Estamos hablando de, por ejemplo, la inteligencia de Beethoven, que un Lenin tan perturbado no podía soportar escuchar la Appassionata (Sonata 23) porque le daban ―ganas de llorar y de darle palmadas a la gente en la cabeza, y no debemos darles palmaditas en la cabeza, debemos golpearlos en la cabeza, golpearlos con fuerza, y hacer que obedezcan‖. Se necesita màs de la inteligencia de Beethoven, desesperadamente, para crear una señal que los Lenin actuales no puedan ignorar, que los haga llorar, y dejar de golpear cabezas.
Robert Anton Wilson
La appasionatta te vuela la peluca.
EL FUTURO EXISTE
PRIMERO En la imaginación,
DESPUÈS en la Voluntad,
Y LUEGO EN LA REALIDAD*
Marx Barbara Hubbard
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